lunes, 27 de enero de 2014

A manera de prólogo.

Nos solemos preguntar en ocasiones, el porqué y el cómo de las cosas; y pocas veces por no decir ninguna, obtenemos una respuesta tal, capaz de dejarnos agusto con nosotros mismos y con nuestros pensamientos.
Quizás la mejor forma de encontrar de cierta manera, pues totalmente es imposible, nuestra tranquilidad, es dejar florecer nuestros pensamientos y nuestros sentimientos al viento, libres. De esta manera, éstos, sueltos por en derredor de nuestra atmósfera, sin dejarnos nunca totalmente solos, nos libren un poco de su peso, con lo cual nosotros podemos vivir un poco en paz.
Este es el motivo de estos versos. No sé si tendrán calidad para ser leídos, eso depende de la opinión de quieres los leen, y tampoco sé si quizás algún día lograra leerlos alguien, pero lo que si se y con certeza, es que el plasmarlos aquí me ha hecho sentir a mi mismo el orgullo de que soy capaz de pensar, de que soy capaz de soñar, de que puedo hacer materializar esos pensamientos y esos sueños, que si para los demás carecen de importancia, de mi persona requieren su atención.
Quizás por ser excesivamente romántico, y por la necesidad de mostrarme a mí mismo ese romanticismo creo este libro. Lo cierto es que lo he creado y que con mucha, poca, ninguna importancia, aquí está.
El que algún día lo lea, que no espere encontrar un milagro, pues no lo es. Que el leerlo le lleve a conocer los pensamientos y sentimientos de un hombre, sin más; porque como un día dijo alguien:


“El hombre siempre hombre a pesar de su pesar.”

A.J.G.G.

domingo, 12 de enero de 2014

Despedida al amor.

Él entró en la habitación, silenciosa y concurrida,
y allí en un rincón la ha visto encogida.
Estaba acostada en la cama que aunque llena, era vacía,
pues aunque allí estaba, él no la reconocía.
Su cara no resplandecía como el sol en primavera,
estaba apagada y vacía, esperando alguna espera.
Dormitaba levemente con los ojos muy cerrados,
se acercó calladamente y la besó en los labios.
Se sentó en un silla fría, dura y tranquila,
para admirarla con ternura amor pasión y desdicha
Y de pronto de sus ojos y a través de las mejillas,
resbalaron los sollozos de un corazón que se rompía.
La cogió bien de una mano mientras lloraba y gemía,
la acaricio con sus labios y la acerco a su mejilla.
entonces ella musito su nombre entrepausado,
como nombrando al amor del presente y del pasado
Raudo el contesto con voz de llanto apagado,
te quiero mucho mi amor, ponte buena que nos vamos.
entonces ella sonrió, abrió despacio los ojos,
lentamente le observó para volver a cerrarlos.
Esa fue su despedida, su adiós para siempre,
no obstante se fue tranquila, pues el estaba presente.
El sintió su corazón romperse en mil pedacitos,
cuando por fin comprendió que ella se había ido.
Alguien después musito que todo había terminado,
Más para el si pensó que aun faltaba algo.
Se levanto despacito con los ojos sonrojados, 
y después de dar un grito se fue de allí defraudado.
Y ya en la calle despierta mirando al cielo azulado,
maldijo a la vida entera por robarla de su lado.
Después siguió caminando lentamente por la acera,
pensando, olvidando y llorando, recordando su tristeza.
Y esa noche muchos vieron una nueva estrella brillar,
con la forma de un te quiero y el color de la verdad.
y siempre al anochecer se le ve mirando al cielo,
solo por agradecer al que fue su amor sincero.
Adiós amor susurraba, jamas te he de olvidar,
Adiós amor no te vayas, espérame en la eternidad.


A. J. G.G.