sábado, 19 de diciembre de 2015

Hoy.

Hoy, escribo esta carta para desahogarme, para sacar todo lo que tengo dentro de mí que no me atrevo a decir en voz alta. Porque no tengo el coraje suficiente para expresar lo que siento, lo que me angustia. ¿Cómo podría cambiar mi vida sin atreverme a dar el primer paso? Una vida vacía de tristezas y llena de emociones, pero carente de significado. No sé hacia donde me  dirijo, voy dando tumbos, pretendo que todo está bien cuando ni yo misma lo sé. ¿Qué es lo que falla? Todo lo que me llena es momentáneo, parece que no soy capaz de encontrar nada que me satisfaga a largo plazo. ¿Qué es lo que está mal en mí? Algún engranaje en mi interior no gira correctamente. Se bloquean el paso sin descanso hasta que, sin remedio, uno se deja llevar y decide entregarse a la completa locura. Y entonces, durante un periodo de tiempo indefinido pero finito, se deja arrastrar por el desasosiego y deja de luchar contra la corriente. Se da por vencido y empieza a girar como si no hubiera mañana. Sin embargo, justo cuando empieza a acostumbrarse a ver el mundo a través de los breves atisbos, la espiral de imágenes, sentimientos, sensaciones y recuerdos que se habían envuelto en torno a él, se detiene. Y entonces, tiene que acostumbrarse de nuevo a apreciar la vida desde otra perspectiva. Es como pasar una eternidad en la oscuridad, sin un rayo de luz, sin un rayo de esperanza que alumbre el vacío. Pero, después de años añorando la libertad, ansiando deshacerse de las cadenas que impedían la huida, cuando la puerta hacia un nuevo camino se abre ante frente a ti no importa cuanto hayas soñado con ese instante, no podrás verlo de inmediato. La luz cegará tus ojos haciéndote perder el rumbo de nuevo, obligándote a hacer un último esfuerzo con las escasas energías que te quedan para adaptar tus ojos a esa hermosa claridad.  

domingo, 26 de julio de 2015

Rendición.

La noche había llamado a su puerta repetidamente y sin descanso. Sin embargo ella mantuvo su puerta cerrada impidiendo su paso, manteniéndose a salvo arropada por la cordura. Pero, cuando la noche cesó en su intento, la cordura dio paso al inmenso vacío y la noche dio paso a un día interminable. Entonces, abrió sus puertas en medio de la claridad abrumadora y llamó a la oscuridad de vuelta. No se hizo esperar, hizo su aparición y entró. Ella, embriagada de locura no se opuso. Sin embargo, tal y como esperaba, cuando la noche desapareció fue para no regresar. Y, así la abandonó, acostumbrando sus ojos una vez más al brillo cegador del nuevo día. 

Mdlqv.

jueves, 2 de julio de 2015

Soñando un sueño.


El tiempo sigue corriendo, las horas no se detienen, las estaciones se desvanecen una tras otra ante sus ojos. Mantiene su vista fija en el cristal de la ventana, mirando a la gente que pasea tranquilamente por la calle en un intento vano de abstraerse de su realidad. Pero le es imposible. Los recuerdos inundan su mente sin descanso, desolando hasta los lugares más recónditos de su alma. Cerrando los ojos se pierde en su más anhelada realidad, en la visión de ensueño de su vida, dándose cuenta inconscientemente de que tan solo es una quimera.  Una fantasía en la cuál su soledad desaparece, la pasión por descubrir el mundo resurge y su existencia recobra su significado. Ahora, mantiene una rutina constante camuflándose con el mundo. Sus palabras, sus emociones, sus acciones, vacías.  No tiene conciencia de que el tiempo pasa a su alrededor mientras evoca en su mente recuerdos inexistentes. Imagina con una claridad sorprendente como sería su irrupción en su vida, permitiéndose experimentar una satisfacción momentánea.  Sueña con el tacto de sus dedos recorriendo su clavícula y se estremece al sentir como se le eriza la piel. Sin embargo, una vez más, acaba tropezándose con la barrera de la realidad.  En ese momento se pregunta si él sabrá como se siente; si conocerá que, sin él, su vida, aunque llena de emociones y vacía de tristezas, está carente de significado. Entonces, se da cuenta de que no quiere conocer la respuesta y se adentra de nuevo en el mundo imprevisible de los sueños. Porque así pasa su vida sin él, soñando despierta con imposibles.



Mdlqvs.

viernes, 29 de mayo de 2015

No hay vuelta atrás.

Llegase a mi vida de repente, conocerte no entraba en mis planes. Pero entraste en mi vida sin preguntarme. Y fuiste como una ola chocando contra las rocas, erosionando su superficie una y otra vez, cada vez con más fuerza, sin descanso. Como un mar embravecido acompañado de un viento huracanado. Como una espiral infinita de la cual es imposible escapar. Llegaste arrasándolo todo a tu paso y te fuiste siguiendo tu camino, sin volver la visa hacia los destrozos que tu paso había causado, sin importar lo que habías dejado atrás. Continuarás tu camino pero yo me quedaré atrás, hundida, anclada a tu recuerdo, buscando una bocanada de aire que me llene de vida, algo que se que no encontraré porque ya no estás aquí. Yo misma te he alejado de mi vida, he soltado tu mano para que puedas seguir la corriente, para que el tiempo te arrastre hacia donde mejor estés. Pero ese lugar no es conmigo. Soy tan solo una sombra que acompaña tus pasos sin preguntar el destino. Pero ya no soy capaz de seguirte el ritmo, me he quedado detrás, sin encontrar la forma de volver a alcanzarte.

Con cada paso que das, separados por el hielo.
Se que nunca voy a poder superarte.

sábado, 23 de mayo de 2015

Vida.

Mente repleta de voces resonando con un sin fin de ideas. Sin saber a cual de ellas debería escuchar, decide guiarse por el instinto y no mirar atrás.  Eligiendo rumbos sin ton ni son y sin aparente razón. Dando tumbos por una vida de la cual aún quedan muchas cosas por descubrir. Encontrando la felicidad en las pequeñas cosas y recibiendo con los brazos abiertos a cualquier remolino de ilusión. Porque en eso consiste la vida. Sin lógica, sin motivos, simplemente seguir regocijándote en un futuro que aún está por llegar, siempre hacia delante. 

El mundo cambia constantemente y  también yo. Transformación incesante de intenciones interconectándose con el paso del tiempo y con el cambio de estación. 
Escucha la voz de tu interior; es la que siempre tiene razón.




                Mdlqv.