viernes, 25 de julio de 2014

Cambio de perspectiva.

Un suceso inesperado, un corazón roto como el resultado de un amor no correspondido, el regusto del sabor amargo de una decepción. Abre los ojos y dedícate a observar las piezas de ese puzzle que no encajan. Despliega las alas y abraza las ráfagas de aire esperanzado; deja que el viento revolotee y se enrede entre los poros de tu piel formando un lazo inquebrantable, cierra los ojos disfrutando de la brisa vigorizante y contén tu respiración hasta que todo a tu alrededor se apague, hasta que todos los colores converjan en un mismo punto, hasta que la última gota de vida sea drenada, hasta que se extinga la agonía del fuego de la última llama, hasta que ya no quede nada, que sea indescriptible. Y, entonces, inhala tu próxima aliento, esto acaba de comenzar. Levanta la mirada hacia ese cielo repleto de nubles que cabalgan hacia el horizonte con un aura de venganza. al igual que un ave alza su vuelo empieza tu camino. 

Es tiempo de despertar. 

Mdlqv.