martes, 1 de agosto de 2017

Ojalá.

Quizás no fui lo que necesitabas en ese momento, ni supe entender tus razones. O simplemente yo no era del tipo que te gustaba, pero ojalá solamente te hubieras quedado conmigo. A tu lado me sobraba el aire, no me hacía falta respirar. 

Ahora, te has convertido en un recuerdo empañado de lágrimas; lágrimas derramadas gota a gota en silencio cuando nadie puede ver. Eras y serás era persona a la cuál nunca dejaré de querer. Sin importar lo que hagas, sin importar lo que duela, sin que importe nada en absoluto, permaneceré ahí para ti. Aunque tu no quieras, aunque no lo necesites, aunque no te importe. Porque para mí lo fuiste todo aunque yo para ti igual no fui nada. Deseaba que se parara el mundo a nuestro alrededor pero, al final, sólo se detuvo para mí.

Te echo de menos. A ti y a todo lo que venía contigo. Ojalá no hubieras dejado que me fuera. Pero ahora se ha hecho tarde, todo lo que teníamos se ha esfumado y todo lo que podríamos haber tenido se desvanece. Ojalá con tus te quiero desaparecieran mis lágrimas, ojalá consiguiera creerme todas tus palabras. Ojalá pudiera pensar en ti en pasado y que no dolieras tanto como lo haces. Simplemente ojalá. Pero aún así soy la tonta que no te puede decir adiós, que seguirá tus pasos hasta dónde la guíes, que te mantendrá en su mente y en su corazón aún cuando ya te hayas ido. 

Sin embargo, mantendré todo esto en silencio, serás mi mas duro secreto, nunca lo sabrás. 

Es mejor así.

Desearía volver a donde todo empezó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario